El canto congregacional no es una ocasión para que las personas busquen un momento “sólo Jesús y yo” entre una multitud. No es una experiencia devocional privada.
El canto congregacional es un ministerio de enseñanza de la iglesia local. Según las Escrituras, es un medio vital por el cual los creyentes son instruidos y transformados por el evangelio.
Cantar Juntos
Sólo hay tres pasajes del Nuevo Testamento que nos instruyen sobre el canto congregacional: Colosenses 3:16, Efesios 5:18-20 y 1 Corintios 14:15-17.
En Colosenses 3:16, Pablo escribió: “Que la palabra de Cristo more en vosotros en abundancia; Instruyéndoos y aconsejandoos unos a otros con toda sabiduría, alabando a Dios con salmos, himnos y cánticos espirituales con gratitud en vuestros corazones”.
Pablo ordena a los creyentes que "dejen que la palabra de Cristo more en vosotros en abundancia". Pero ¿qué es “la palabra de Cristo”? No significa "las palabras de Cristo". No se nos ordena cantar sólo las palabras que Jesús habló. "De" significa "la palabra acerca de Cristo" o "la palabra que consiste en Cristo". Sea lo que sea, significa el mensaje acerca de Jesús: el evangelio.
Aunque Efesios 5:18-20 es casi idéntico a Colosenses 3:16, hay una diferencia significativa. En lugar de “que la palabra de Cristo more en vosotros en abundancia”, el mandato es “sed llenos del Espíritu”. Comparando estos textos, vemos que no hay diferencia entre el evangelio que habita en nosotros y el Espíritu que nos llena. El Espíritu nos llena por la fe en el evangelio; él no habita en nosotros sin el evangelio.
Aunque Efesios 5:18-20 es casi idéntico a Colosenses 3:16, hay una diferencia significativa. En lugar de “que la palabra de Cristo more en vosotros en abundancia”, el mandato es “sed llenos del Espíritu”. Comparando estos textos, vemos que no hay diferencia entre el evangelio que habita en nosotros y el Espíritu que nos llena. El Espíritu nos llena por la fe en el evangelio; él no habita en nosotros sin el evangelio.
Finalmente, observe las instrucciones de Pablo en 1 Corintios 14:15–17. Mi canto en la iglesia no es sólo para mi propio beneficio, sino para la edificación de quienes me escuchan. No es una adoración personal y privada; es un acto de instrucción y edificación corporativa. “Porque tú a la verdad das gracias bien, pero el otro no queda edificado”. (v. 17).
¿Cómo entonces cantaremos?
Necesitamos cantar el evangelio explícitamente. Nuestras selecciones de canciones deben dejar en claro que Jesús murió por el pecado y resucitó de entre los muertos. Un conjunto de cánticos que no proclama el evangelio es un conjunto de cánticos sin el poder de Dios para salvar. No cumple con las instrucciones principales para la música corporativa en el Nuevo Testamento.
Esto no quiere decir que cada canción en un servicio deba contener cada hecho del evangelio. Muchas buenas canciones resaltan los temas de la santidad, la gracia, la fidelidad y el amor de Dios sin mencionar a Cristo ni su obra. Pero estos temas encuentran su cumplimiento y se convierten en buenas noticias sólo cuando se entienden a través de la fe en Jesús. Por lo tanto, el alcance de nuestros cantos en un servicio debe, en conjunto, cubrir los fundamentos de la persona y obra de Jesús crucificado y resucitado. Quienes planifican los servicios de adoración deben asegurarse de que el evangelio esté presente, se cante regularmente y se transmita de manera memorable y expresiva.
Dos ejemplos
El himno clásico de Edward Mote, “The Solid Rock”, explica, aplica y celebra excelentemente la obra consumada de Cristo. La primera estrofa establece que nuestra esperanza no descansa en nada más que en la muerte expiatoria de Cristo y su justicia imputada:
Mi esperanza se basa nada menos que en la sangre y la justicia de Jesús. No me atrevo a confiar en el marco más dulce, sino que me apoyo totalmente en el nombre de Jesús .
El tema continúa a lo largo del himno, abarcando tiempos de oscuridad y sufrimiento, mostrando cómo el juramento y el pacto hecho con su sangre proporcionan una base segura para la esperanza. El lema termina con el regreso de Cristo resucitado. Incluso cuando lo encontremos en gloria, nuestra confianza no se trasladará a nuestras obras, sino que permanecerá en “sólo su justicia”.
Cuando él venga con sonido de trompeta . ¡Oh, que yo entonces pueda ser encontrado en él vestido solo con su justicia, impecable para estar de pie ante el trono!
En mi composición personal, trato de poner el evangelio en el centro de cada canción. Un ejemplo, “ All Gone ”, comenzó basándose en un sermón de Spurgeon, meditando sobre la grandeza del perdón. El canto comienza con la confesión de la inmensidad de nuestro pecado:
Pecados contra el Santo Pecados contra su amado Hijo Pecados contra su ley que hemos cometido Pecados contra Dios y el hombre Pecados que hemos planeado con valentía, Pecados que hemos planeado con valentía, Pecados que superan en número a la arena.
La segunda estrofa se encuentra con la primera, destacando la expiación exhaustiva de Cristo:
Toda la justicia que merecíamos, Todo el castigo que nos ganamos , Santa ira sin reservas. Derramado sobre el justo Una vez hecho el trabajo, Ahora se gana la victoria .
El coro celebra que nuestro pecado se ha ido, no queda rastro:
¡Qué gracia! [¡Qué gracioso!] No queda ningún rastro. [No hay más rastros. Se han ido todos, se han ido todos. [Se han ido todos, se han ido todos]. Como el este está lejos del oeste, Al océano son arrojados . Se han ido todos, se han ido todos. [Se han ido todos, se han ido todos]. Él ha eliminado todas nuestras deudas, ha cubierto nuestra vergüenza y nuestro arrepentimiento. Se han ido todos . [Se han ido todos].
Estos recuentos poéticos y aplicaciones del evangelio equipan a nuestra gente para recordar el evangelio y cantarlo, dejando que la palabra de Cristo more ricamente en ellos a través de todos los altibajos de sus vidas juntos.
cantar el evangelio
Cuando planifiques canciones para el próximo domingo por la mañana, acércate a ellas teniendo en mente las preocupaciones de Paul. Canten con gratitud en sus corazones a Dios, pero también canten unos a otros. No cantéis sólo por el bien de la edificación personal; cantad para instruir y amonestar a vuestros vecinos. Pablo nos insta a dejar que la “palabra de Cristo” (el mensaje del evangelio mismo) more ricamente dentro de nosotros, personal y colectivamente. Cantar las verdades generales acerca de Dios es correcto y bueno. Pero para que el evangelio more en nosotros, es necesario cantar específicamente sobre la persona y obra de Cristo.
En medio del entusiasmo por centrarnos en el evangelio, debemos asegurarnos de tener muy claro el evangelio en las canciones que cantamos. Debemos proporcionar contenido a nuestras congregaciones, no sólo sentimiento. Debemos cantar sobre el rey crucificado y resucitado. Porque el evangelio, hablado y cantado, es poder de Dios para salvación.
Traducido por Pedro Henrique Aquino
Eric Schumacher es pastor asociado de la Iglesia Bautista Grand Avenue en Ames, Iowa, EE. UU. Eric y su esposa Jenny tienen cinco hijos. Escribe en su blog emschumacher.com . Puedes seguirlo en Twitter.
FUENTE https://coalizaopeloevangelho.org/article/na-igreja-nao-cante-somente-para-deus/