Desde que Dios creó a Adán y Eva, Su plan siempre ha sido que la humanidad se multiplique, domine la tierra y dé a conocer Su gloria a toda la creación. Como cristianos fieles, debemos tener presente este mandato divino que se encuentra en Génesis 1:26-28 y entender cómo esto nos impulsa a la misión de extender el Reino de Dios por todo el mundo.
El pasaje de Génesis 1:26-28 establece un claro llamado de Dios. Darnos la responsabilidad de llenar y someter la tierra en Su nombre es una invitación a participar activamente en Su plan para toda la humanidad. Es una tarea que debe motivar y guiar nuestros esfuerzos como cristianos.
Génesis 1:27, declara que fuimos hechos a imagen de Dios. Al crearnos a Su imagen, es decir, como un reflejo de Él, nos otorgó la increíble dignidad y privilegio de representarle en la tierra. Somos Sus embajadores, llamados a manifestar Su carácter y dar a conocer Su nombre a todas las personas.
Luego, en el versículo 28, Dios bendice a Adán y Eva y les encarga: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla”. Este no es solo un mandato de poblar el mundo, sino que incluye una comisión para que, como imagen de Dios, llevemos Su dominio, Su justicia y Su amor redentor a cada rincón de la creación.
La palabra sojuzgar puede entenderse como gobernar o ejercer dominio sobre la tierra. Esto implica la responsabilidad de administrar, cultivar y cuidar la creación de Dios, pero también de establecer Su Reino en corazones y sociedades. Somos llamados a ser agentes de transformación, llevando la restauración y la reconciliación que solo puede otorgar nuestro Creador.
Al reflexionar sobre este pasaje, entendemos que la misión cristiana no es una tarea opcional, sino un mandato inherente a nuestra identidad como hijos de Dios. Así como Adán y Eva recibieron el encargo de extender el Jardín del Edén, nosotros debemos extender el Reino de Dios por toda la tierra, dando a conocer Su salvación a toda criatura.
Esta es una tarea enorme, que requiere de nuestra completa entrega y obediencia. Aunque para algunos puede ser atemorizante por diferentes motivos. Solo debemos recordar que quien nos encomendó esta tarea es el mismísimo Creador de todo lo que hay. Pensar que Él nos sabe capaces de lograrlo, debe inspirarnos.
Cuando leo este llamado misionero desde el Génesis me siento motivado a la acción, a salir con valentía, proclamar el Evangelio y ver cómo Dios usa mi vida para llenar la tierra de Su gloria. ¿Y tú como te sientes al saber que ese plan de Dios está allí para ti desde el principio?
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Esta serie semanal titulada Su bendita Palabra me impulsa está diseñada para descubrir que el plan de Dios para ti esta ordenado desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
Angel Guerrero.
Ministerio Palabra Viva.
Primera publicación, lunes 15 de abril, 2024.
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